lunes, 4 de mayo de 2009

Ser leona en tiempos de fidelidad.


Esto de tener espíritu de Leona y estar pololeando (tener novio) es toda una experiencia. La cacería está prohibida y hay que acostumbrarse a la idea.


Fueron años de mi vida los que pasé sin tener ningún tipo de compromiso. Sólo candidatos a pololo, pero ninguno se llevó el título. Cuando se pasa mucho tiempo sin pareja, -aunque puede ser que sólo me suceda a mí- creo que la personas nos ponemos frescolinas y se adquiere una especia de técnica de casería. Aún recuerdo mi último….. , bueno, mi penúltimo chico candidato antes de ponerme a pololear. Lo conocí en una fiesta a mediados de semana, de esas con tenida formal después de la oficina. Nadie me lo presentó.  Lo vi subiendo las escaleras del castillo y parecía un príncipe. Desde arriba lo miraba mientras bajaba con mi vestido negro de satín con pintas blancas. Mirándolo a los ojos y sonriéndo coquetamente de dije –hola-. Eso fue todo. Después no lo volví a ver. Habían muchas personas en la fiesta y difícilmente podría encontrarlo. El miércoles de la semana siguiente nos encontramos y me preguntó - Eres la relacionadora pública? la semana pasada me saludaste - , - ays, la verdad no recuerdo, pero seguramente te encontré cara conocida y por eso te saludé- respondí. ¡cuec! de fresca nomás.


No digo que cada vez que quise seducir a un chico me resultó, pero diría que el 90 % de las veces dio positivo (igual bien). Hay que encontrar la técnica y saber cuáles son las fortalezas que uno posee. Eso hice yo. Pensé que evidentemente no todo el mundo me va a encontrar guapa, aunque mis papitos me digan lo contrario.  -si al chico no le llego por guapa, le tengo que llegar por simpática o por divertida-, y así lo hice y me fue bien, la cuestión era jugar.

Hoy, tengo a la leona dormida, pero a veces le dan ganas de despertar. Sobre todo en Berlín. ¡nadie me dijo que encontraría chicos tan guapos! Es que los alemanes se las traen, parece que de verdad son una raza superior y ¡más encima me miran!. Creo que les llama la atención mi piel tan blanca y mi pelo negro. En Berlín son todos muy claros y yo que lo latina lo llevo bien puesto.


Sólo el amor es mi ángel bueno que me dice-¡ no mires tanto!, ¡no seas golosa!, a ti no te gusta cuando te hacen lo mismo-. También recuerdo  la biblia que dice: si tú ojo derecho te es ocasión de caer, es mejor que lo arranques, pues es mejor llegar al cielo tuerto que ir completito al infierno (claramente no está textual, pero es la idea), ahí es cuando reacciono y me porto mejor. Si bien los lentes oscuros ayudan, no lo hacen todo. Trato de ser disimulada, pero ese nunca ha sido mi fuerte. Me imagino en esta misma ciudad soltera y me rio sola, aunque no cambiaría por nada del mundo lo que tengo.


¡ayúdame Dios a no caer en la tentación!.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo siempre he dudado de las mujeres que andan con lentes oscuros por la calle. Ahora entiendo por que.

Anónimo dijo...

me matassssssssssste, planeando carrete desde Ny...Maca un beshi.
jaajj...memataste¡¡¡