Amor por curriculum, es cuando buscas a alguien por lo que representa, más que por lo que verdaderamente es. Cuando uno busca un amor por curriculum, se fija en; la profesión, los ingresos, dónde vive, universidad en la que estudió, qué hacen sus padres. Se evalúa inteligencia, belleza, sentido del humor, etc. En un principio, todo parece ir muy bien, el chico (a) parece perfecto, y aunque existen algunas cosas que no son de nuestro completo agrado, las dejamos pasar, porque el curriculum pesa más que los defectos que pueda tener.
El problema comienza cuando verdaderamente se empieza a conocer a la persona. Descubres que es un avaro, que se pone nervioso cuando contesta el teléfono y supuestamente es su “amiga”. Es irascible y no se le puede decir nada cuando anda de malas. Sigue pasando el tiempo y salen a la luz otros aspectos de su personalidad. Por esas cosas de la vida, conversando con sus amigos, te enteras que no salió de la universidad que había dicho, sino de una de menor calidad. Eso no te importa mucho, pero te llama la atención por qué te mintió. Ya no quiere compartir con tus amigos como lo hizo en un principio. No le caen bien y siempre inventa excusas. Para que decir sus celos, te llama todo el día. Si sabe que viste a alguien del sexo opuesto le sale humo por las orejas. Cuando salen se pasa de copas y da espectáculo.
Todos sabemos que no existen ni los hombres ni las mujeres perfectas. Con el tiempo uno aprende a vivir con los defectos de la pareja. Pero muchas veces elegimos mal a nuestras parejas porque nos fijamos en el curriculum más que en la persona. La mayoría de las veces cuando elegimos a alguien por el curriculum, nos olvidamos de querer descubrir verdaderamente quienes son, y cuando empezamos a ahondar en su personalidad y sus valores, nos damos cuenta de que no son para nosotros.
He escuchado a muchas mujeres y hombres quejándose por no encontrar novio(a) -¡ya no quedan hombres! ¡las mujeres con su cuento de libertad están cada vez peores! Lo que me llama la atención, es que en este mundo existe casi la misma cantidad de hombres y mujeres. Me pregunto ¿por qué hay tantas personas solas queriendo estar en pareja? Llegue a la conclusión que las expectativas que se generan en torno a una pareja son demasiado altas. Nos armamos un esquema mental sobre lo que creemos que nos puede hacer feliz, y vamos construyendo una extensa lista llena de exigencias, que sin querer, nos alejan de nuestro verdadero objetivo, encontrar el amor.
Como las expectativas son altísimas, entonces empezamos a pedir curriculum, (para que perder tiempo con los que no califican), y a evaluar cual de todos se ajusta mejor a los “requerimientos de la empresa”. El problema es que no funcionamos como una empresa. Tenemos corazón. El corazón tiene otros códigos y funciona bajo otras lógicas. Quizás sería mejor dejar de pedir curriculum y fijarnos en las personas, en sus valores y lo que están dispuestos a entregar. Estoy convencida que podríamos sorprendernos y ser mucho más felices de lo que somos.